Morir Por Pensar

Descripción

Título: Morir por pensar

Serie: Último Reino IX

Autor: Pascal Quignard

Morir por Pensar es una obra de Pascal Quignard que se adentra en los temas más profundos de la filosofía, la muerte y el pensamiento. En este libro, Quignard reflexiona sobre la relación intrínseca entre la vida y la muerte, y cómo el acto de pensar se convierte, en su obra, en una forma de confrontar y entender la existencia humana.

El autor parte de una pregunta fundamental: ¿Por qué pensamos sobre la muerte? A través de una serie de meditaciones filosóficas, culturales y literarias, Quignard propone que pensar sobre la muerte no es solo un acto de reflexión, sino una forma de resistir la muerte misma. A lo largo del libro, explora cómo la muerte y el pensamiento se entrelazan a lo largo de la historia de la filosofía y la literatura, y cómo pensar es una forma de mantener viva la memoria, de dar significado al fin inevitable.

En su estilo característico, Quignard despliega una narrativa que va más allá de la filosofía académica, sumergiéndose en las emociones humanas, el sufrimiento y la soledad existencial. Morir por Pensar se convierte así en una meditación profunda sobre la relación entre el ser humano y su fin, una invitación a reflexionar sobre cómo los pensamientos, las palabras y los silencios nos acercan o nos separan de nuestra comprensión de la muerte.

La obra no solo está dirigida a los interesados en la filosofía, sino también a aquellos que buscan una reflexión más íntima sobre el sentido de la vida y el impacto del pensamiento en nuestra percepción de la finitud. Una lectura esencial para comprender cómo las grandes preguntas filosóficas siguen siendo fundamentales para el entendimiento de lo que significa ser humano.

Contratapa:

Tal es pues la tesis que pretendo examinar dentro de este noveno volumen de este Último Reino. Lo poco que deseamos con tanto fervor nos espera más lejos, irreconocible, impensado.

Lo poco que podemos pensar surge como un mendigo cerca de una puerta, que sólo lo más viejo en nosotros reconoce, que en todo caso divisa si tiene el valor de hacerlo. El pensamiento husmea el espacio como el olfato. Huele. Capta algo del mundo que llega sin que lo retenga. Sin cesar nos dirigimos hacia ese poco que de pronto va a abrirse en el éxtasis (o a perderse en el éxtasis extremo, definitivo, de la muerte).

Pero en ambos casos se trata de lanzar una mirada sobre el abismo, aspirando al abismo, bailando al borde del abismo. Agrego esta consecuencia sorprendente: La madurez define la estación en que los aromas se esparcen en el aire y se dirigen hacia sus principales predadores. La edad es la puerta de la belleza.

Pascal Quignard